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Periódico EL IMPARCIAL: Testigo y protagonista de dos épocas fundamentales de nuestra historia.

EL IMPARCIAL. España. Primera época de 1867 a 1933 - Segunda época 1977-1983.

Con una tirada de 130.000 ejemplares en su apogeo, El Imparcial jugó un papel clave durante la regencia de María Cristina y se consolidó como referente cultural gracias a su suplemento Los Lunes de El Imparcial. Después de su desaparición, nuevamente fue lanzado su tiraje después del año 1977, plena transición española, época donde su historia fue corta.

Portadas del periódico El Imparcial

Primera época con los vaivenes políticos (1867 - 1933)


El El Imparcial fue un diario español de ideología liberal, fundado por Eduardo Gasset y Artime el 16 de marzo de 1867.


Se publicó en Madrid hasta mayo de 1933. Fue uno de los primeros diarios de empresa, en contraposición a los diarios de partido.


Durante su apogeo, El Imparcial se convirtió en uno de los principales diarios españoles, con una tirada que llegó a los 130,000 ejemplares a principios del siglo XX.

Su sección cultural, Los Lunes de El Imparcial, fue muy influyente y contó con colaboraciones de figuras destacadas de la Generación del 98, como Unamuno, Maeztu, Azorín y Baroja.



Imprenta de El Imparcial

Para 1890, este periódico ya se había establecido como uno de los más destacados de España. Según afirmaciones propias, «se distribuía incluso en las aldeas más pequeñas» y «en los quioscos de los boulevares de París, así como en Marsella, Burdeos, Niza, Roma, Nápoles, Londres y Buenos Aires».


Al comenzar el siglo XX, su tirada alcanzaba los 130.000 ejemplares.


Durante la regencia de María Cristina, el periódico gozó de gran influencia y una amplia difusión. No obstante, su reputación comenzó a deteriorarse debido a cambios en su orientación política, en particular después de que su director, Rafael Gasset Chinchilla, fuera nombrado ministro de Fomento en el gabinete de Francisco Silvela en 1900.

Suplemento de El Imparcial

Originalmente ubicado en la calle Mesonero Romanos, trasladó más tarde sus oficinas a un edificio diseñado por Daniel Zavala Álvarez, situado en la calle Duque de Alba, 4, en la plaza de Tirso de Molina.


En el ámbito cultural, su suplemento Los Lunes de El Imparcial se consolidó como un referente en lengua española durante varias décadas.


Contó con colaboraciones habituales de figuras destacadas de la Generación del 98, como Unamuno, Maeztu, Azorín y Baroja.


A finales de 1903, se intentó fusionar El Imparcial con la revista ilustrada Blanco y Negro, pero las negociaciones no prosperaron.



Cambios políticos en la editorial

Portadas del periódico El Imparcial

En 1906, el periódico fue cofundador de la Sociedad Editorial de España, conocida también como «el Trust», junto con El Liberal y el Heraldo de Madrid.


De los tres diarios del grupo, El Imparcial se posicionó como el más conservador, dirigido a un público burgués y cauteloso frente a los movimientos obreros y el auge de los nacionalismos.


Aunque «El Trust» llegó a ser un poderoso grupo editorial, en marzo de 1916 El Imparcial se retiró de la asociación al no obtener los beneficios esperados.


De nuevo bajo el control de la familia Gasset, el periódico no logró aumentar sus ventas ni mejorar su situación financiera. A pesar de las conversaciones con el empresario Nicolás María de Urgoiti, no se alcanzó ningún acuerdo.


Un final ad portas de la guerra civil


En sus últimos años, el general Luis Bermúdez de Castro se hizo cargo de la dirección del diario.

Tras la proclamación de la Segunda República, a mediados de 1932 el periódico adoptó posturas cercanas al Partido Republicano Radical de Lerroux.


Sin embargo, en marzo de 1933 cambió hacia posiciones monárquicas. Con una audiencia cada vez menor, El Imparcial dejó de publicarse en mayo de 1933.


 

EL IMPARCIAL: Una segunda vida muy fugaz (1977-1980)


Portadas del periódico El Imparcial
Primer ejemplar de la segunda época de El Imparcial.

Este periódico que había desaparecido nuevamente volvió a circular en el año 1977, sin embargo, esta nueva versión no guardaba ninguna relación con el anterior.


En esta época el diario fue fundado por Domingo López, expresidente del Banco de Valladolid, y publicó su primer número el 11 de diciembre de 1977.





En sus inicios, estuvo dirigido por el veterano periodista Emilio Romero, bajo cuya dirección adoptó una línea conservadora.


En 1978, parte de las acciones del periódico fueron adquiridas por el periodista Julio Merino, quien asumió la dirección del diario, acompañado por Fernando Latorre de Félez como subdirector.


El Imparcial segunda época

Durante esta etapa, El Imparcial giró su línea editorial, inclinándose hacia posiciones más derechistas y convirtiéndose en uno de los principales portavoces de la derecha.


Desde esta perspectiva, el periódico se opuso abiertamente al proceso de transición democrática liderado por el presidente Adolfo Suárez.


La redacción del diario incluía a numerosos periodistas procedentes de la antigua Prensa del Movimiento, los medios estatales del régimen franquista, como del diario Arriba y también de Pueblo.


EL IMPARCIAL competía directamente en estos finales de los setenta y principio de los 80 con el diario EL ALCÁZAR y convirtió a Adolfo Suárez en uno de sus principales objetivos de ataque.


"El Imparcial nació en la transición, casi al mismo tiempo que EL PAÍS o DIARIO 16, un momento crucial para España, cuando la sociedad demandaba con avidez información y opinión. En medio de una competencia periodística sin precedentes, este diario se convirtió en un actor relevante, aunque no exento de polémicas. La acusación por ejemplo de haber recibido financiación externa del gobierno libio de Muamar el Gadafi a través de su embajada en España, si bien nunca fue probada.


En junio de 1979, Julio Merino abandonó la dirección del periódico, siendo sucedido de manera consecutiva por Jesús Pérez-Varela, César González Ruano de Navascués y Juan Pla.


El diario reforzó sus posturas derechistas, adoptando una línea editorial favorable a Blas Piñar y al partido Fuerza Nueva. Sin embargo, con la llegada de Juan Pla a la dirección, El Imparcial moderó su discurso y se acercó a posiciones más centristas, en línea con la Unión de Centro Democrático (UCD).


A pesar de su trayectoria, el diario enfrentó graves problemas económicos. Las dificultades financieras llevaron a retrasos en el pago de los salarios de su plantilla, y finalmente, El Imparcial cesó su publicación en diciembre de 1980.


En la actualidad, un grupo empresarial maneja la página web de El Imparcial en versión digital donde se registran los hechos noticiosos del día a día.




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